domingo, 30 de agosto de 2009

coMO sObReLLevAr uNa cOnJuNTiviTiS en pArEJa!!

Por suerte nunca en mi vida me ha dado conjuntivitis. Me parece que es una infección dolorosa porque se te hacen mierda los ojos, pero sobretodo es una infección muy fastidiosa. La conjuntivitis es muy fácil de contagiar y por eso siempre hay que tener cuidado de que si alguien la trae, no te la pegue. Son curiosas todas las formas de contagio existentes. Los lentes, gafas de sol, almohadas y toallas te la pueden transmitir. Puede también puede propagarse por el contacto directo con el enfermo. Es aquí, cuando se indagan con mayor profundidad, las razones de los encuentros cercanos con personas que tienen conjuntivitis.

Una amiga vino el otro día a casa y tenia una conjuntivitis terrible. La pobre tenía el ojo irritado, muy hinchado y le molestaba muchísimo. Yo la saludé de lejitos no más, siempre trato de que no se me pegue la infección. No se si porque nunca me ha dado soy tan precavido, o de pronto porque no quiero que sea mi primera vez. Mi amiga estaba muy fastidiada ya que tenía el ojo infectado desde hace muchos días y no sabia cuando se le iba mejorar. La conjuntivitis es también muy cargosa, a veces es causada por un virus, otras veces por una bacteria o inclusive por alergia. El problema es que cuando te agarra te fregaste, de seguro te va a visitar por algunos días.

La víctima protagonista de la conjuntivitis andaba saliendo con un amigo. Yo les molestaba diciéndoles que el iba a ser el primero contagiado. El me dijo que es muy precavido y que se iba a cuidar mucho para que no se le infecte el ojo. Incluso hablamos de poner en cuarentena a mi amiga si la situación ameritaba. Es horrible que te pasen la conjuntivitis, en el momento no te das cuenta, pero al siguiente día que amaneces con el ojo hecho mierda, te vuelves loco. Yo les dije que iba a ser más difícil sobrellevar la conjuntivitis en pareja. Pasaron unos días y mi amigo aun no se había contagiado. Parecía que todas sus medidas de precaución sanitaria extrema, estaban dando los mejores resultados.

-Creo que ya se te está pasando por fin la conjuntivitis- le comentó mi amigo. –Si, por suerte no he contagiado a nadie todavía- le respondió mi amiga con la mayor naturalidad. A mi amigo no le hizo mucha gracia el comentario. Lo primero que pensó fue que ella andaba por ahí buscando a quien contagiar. Mi amiga se mato de la risa, le dijo que si alguien más se contagiaba era porque cada cuerpo reacciona de una forma diferente, no porque ella le hubiera buscando para contagiarle. Es muy chistoso como la conjuntivitis puede delatar la mejor operación encubierta que se planee llevar acabo.

Los días siguieron pasando y a mi amiga finalmente se le empezó a mejorar el ojo. No sabíamos de nadie a quien le haya pegado la conjuntivitis, por lo que nos quedamos tranquilos. Cuando ella ya se había curado el ojo totalmente, mi amigo apareció con el ojo hecho mierda. Yo pude comprobar mi hipótesis, es muy difícil sobrellevar una conjuntivitis en pareja, al final y al acabo van a terminar contagiándose. Sin embargo fue la prueba fidedigna de todo lo que mi amiga sentía por el. Quiso dejarle un pequeño recuerdo, un detalle chiquitito para que cada vez que se mire en el espejo, se acuerde de ella siempre.

sábado, 22 de agosto de 2009

cOmO DeSenMAsCarAR a unA coYoTERa WannABe!!

Muchas veces me he puesto a pensar porque existen las nacionalidades. Todas las personas tenemos algo en común. Creo que lo que nos diferencia son los diferentes rasgos de identidad propia. Deberían llamarse culturalidades en lugar de nacionalidades. Cada persona muestra rasgos característicos del lugar donde creció. Pero por que a veces te hacen sentir tan diferente cuando mencionan tu nacionalidat? Esto no debería suceder, no deberías ser más o menos que alguien por venir de otro país. Todos somos personas y nos merecemos el mismo respeto por igual.

Un par de amigos míos se fueron a visitar las cataratas de Iguazú. Dicen que es un lugar alucinante. –Casi como ir a cujco- dijo mi amiga peruana. Me muero de ir a las cataratas de Iguazú. A veces te asombras de lo que la Pacha Mama es capaz de ofrecerte. Para cruzar al lado brasilero, obviamente tienes que llevar tu pasaporte, fue aquí donde pusieron en juego la nacionalidat. –Oye, me he olvidado mi residencia Argentina- le dijo mi amiga peruana al pana español. No creo que te digan nada, yo tampoco he traído mi visa. Pasaporte español o peruano, seguramente lo mismo debe ser, joder. Le avisaron a la guía de turismo de esta pequeña preocupación, ella les dijo que no había problema alguno. Creo que no hay que confiar mucho en los grandes consejos de los guías.

Cuando llegaron a migraciones argentinas, la guía regresó a buscar a mi amiga peruana. Le sacó del grupo y le dijo que no podían cruzar porque no tenía la residencia. El oficial de migraciones le informó que el procedimiento oficial es que si quieren pasar, tienen que pagar la multa correspondiente. Osea que si te has olvidado tus papeles, puedes cruzar a Brasil las veces que quieras, siempre y cuando pagues lo que te indican. Creo que el oficial de migraciones tenía un fuerte dolor de cuello, ya que no se digno ni siquiera en revisar los documentos en el computador. Mi pana español le preguntó que si para el eran las mismas condiciones migratorias. El oficial le dijo que por ser español, que vivía en argentina, la multa correspondía el triple que a mi amiga. Creo que esto fue el punto que desató la autentica furia del catalán.

-Que raro que a mi no me hayan hecho problema por tener el pasaporte español, y solo cuando pregunté por el pasaporte peruano, se dieron cuenta que yo también tenia que pagar la multa- reclamó el hermano europeo. No podía entender porque no podían fijarse que los dos tenían auténticamente los documentos en el sistema y les trataban como dos inmigrantes ilegales. Para echar más leña al fuego, la guía turística mostró la mejor amabilidad del mundo. –Oigan apuren, paguen la multa o se quedan aquí- balbuceó la guía turista. En base al mínimo conocimiento de servicio al cliente, debían ser empáticos y ayudar a su cliente a resolver la situación. Al parecer esta guía turística no se daba cuenta que estaba tratando con personas. De pronto estaba en la audición de la escuela de coyotería.

Mi amigo español les dijo que no iba a pagar ninguna multa. Que ellos tenían sus papales en regla y que ni si quiera podían fijarse en el sistema que todo estaba en orden. Le dijo incluso al oficial que ya no quería cruzar a Brasil. Sin embargo, el astuto cumplidor de la ley, le indicó que como estaban pisando territorio limítrofe, quieran o no cruzar, tenían que pagar la multa. La guía turística, no les ayudó para un carajo y seguía apurándoles para que aflojen el billete. No puedo creer la indignación que tuvieron que pasar mis amigos, en verdad les hicieron sentir como ilegales. Luego de pasar como una hora discutiendo, vino un oficial como al menos dos dedos de frente y dijo que no les costaba nada revisar los datos en el sistema. Creo que no se tardaron ni 5 minutos y tenían ya impresos los documentos migratorios argentinos. El hecho de no haber querido ayudar, agravó aun más el problema.

Pero todo fue muy raro, el primer oficial insistía en que tenían que pagar la multa a como de lugar, quien sabe en el bolsillo de quien se asentaría ese ingreso contable. Fue muy cómico porque la guía turística mala gente se puso a hablar mal de mis amigos en alemán. De repente mi amiga peruana se dio la vuelta y le respondió en español dejándole callada. La guía se quedo incrédula al saber que mi amiga por más de ser peruana, tenía todos sus documentos en regla, fue siempre educada y además hablaba perfecto el alemán. Espero que esto le sirva para tratar mejor a sus pasajeros, no vaya a ser que la próxima vez se cruce con una peruana políglota y con un español embajador honorario de la ONU en mención de derechos humanos.

jueves, 13 de agosto de 2009

coMo COnoCi al hERoe de LaS aLCAntARILLAS!!

Es cheverazo como en Buenos Aires puedes conocer gente de varias partes del mundo. Tengo panas de varios países y hemos hecho acá una gran familia latinoamericana. Algunos miembros importantes de la familia se fueron, pero estoy seguro que pronto volverán. La familia sigue creciendo y cada vez llega gente muy valiosa a mi vida. Algunos unos personajes totales, pero de todo ellos admiro algo muy particular. Su verdadera forma de ser y la manera en que enfrentan cada día a esta imponente ciudad.

El otro día estaban caminando por las calles porteñas un pana español y una amiga peruana. Nunca me imaginé que Incas y Colonizadores podían llegar a ser tan linda pareja. Pero bueno, eso es lo chévere de la vida, cada día te sorprende cada vez más. Lo más bacán de esta pareja es que ella es peruanaza y el es demasiado español. Venían saliendo del supermercado y traían todas las bolsas encima. –Pucha que bad estas bolsas, ojala lleguemos rápido a casa- decía mi amiga peruana. El pana español seguía caminando y conversando con la chica amante del pisco. Cuando de repente, un – ¡Hostia!- cambió los ánimos de aquel lugar.

El celular de mi pana español salió volando por los aires. Todo fue en cuestión de segundos y mientras el trataba de interceptarlo, las bolsas de mercado salieron disparadas. Por más que hizo un patada a lo bestia, digna de una foto en el periódico del domingo, la puntería no estaba de su lado ese día. Luego de un par de acrobacias, el celular cayó directamente al fondo de la alcantarilla. Ni una tortuga Ninja lo hubiera podido sacar. –Joder, se me ha caído el móvil, justo ahora me tenía que pasar- exclamó el hermano Catalán.

La pana peruana empezó a cagarse de risa. No podía creer que el celular haya decidido decir adiós de esa forma tan singular. Luego de que se calmaron un chance los ánimos, la muchacha se empezó a angustiar. –Oye te llamo pue, pa ver si hay alguna señal- sugirió mi amiga peruana. Por suerte una luz asomó en la obscuridad. Mi pana español recobró la esperanza y decidió hacer todo lo posible por recuperar su aparato. Nunca se imaginó lo que estaba a punto de experimentar.

Empezó a examinar la alcantarilla y analizar las alternativas para solucionar el problema. Como todo buen ingeniero, hizo todos los cálculos posibles. Un policía que pasaba por ahí se acercó a curiosear. Tenía toda la pinta del inspector Clouseau, era viejo, curioso y además cargaba el mate baje el brazo. –Dale Pibe, metete- le animó al pana español. Mi amiga peruana estaba un poco preocupada, sabía que era fácil bajar, pero el problema iba a venir cuando tuviera que subir. Pero luego de pensar bien los riesgos, el pana español decidió ir a saludar a las Tortugas Ninja.

El tope de la alcantarilla le llegaba hasta el cuello. Sentía lodo en el fondo del hueco, pero estaba feliz de que iba a lograr recuperar su celular. Se cagaba de risa porque solo tenía la cabeza afuera. Que loco este man, yo ni fregando me meto a una alcantarilla de la ciudad de la furia. El policía ni se mosqueaba, simplemente observaba toda la hazaña mientras cebaba su mate. Quería ver el espectáculo en primera fila, no todos los días se ve un fan de las Tortugas Ninja hurgando dentro de una alcantarilla. A final pudo recuperar su celular. Estaba muy contento pero con un tremendo olor encima. Creo que no pensó en eso antes de zambullirse a bucear. El policía tardó mucho en reaccionar, nunca ayudó a mi amigo, ni se percató en emitir palabra alguna. Creo que lo único que le importaba era disfrutar de su mate en paz. Ni si quiera el primer hombre de la cloaca europeo le podía llegar a asombrar.

viernes, 7 de agosto de 2009

cOMo fUi JuRaDO de uNa COmpETeNcia de SALto!!

Siempre me ha gustado ir al campo. Desde que era pequeño me divertía mucho cuando iba a las haciendas o granjas. Me gustan mucho los animales y pienso que puedes aprender mucho de ellos. Disfruto mucho cuando monto a caballo. He montado a caballo en la montaña, en el llano, en la playa frente al mar e inclusive en un valle con una media de aguardiente al son de la burroteca. Creo que fue una experiencia que nunca me voy a olvidar. El caballo es un animal que admiro mucho. Siempre me ha llamado la atención lo que pueden hacer los jinetes. Es demasiado asombrante cuando llega haber una conexión total con el animal. No se diga del salto en caballo. Eso es algo que siempre me he muerto de ganas de presenciar.

El otro día me fui con mi vecinita a la Feria de La Rural de Buenos Aires. Es una exhibición a lo bestia que hacen todos los años en la ciudad. Es una feria ganadera y agropecuaria que reúne a muchos animales, maquinaria, costumbres y ambiente del campo. Nos divertía mucho ir a dar una vueltita para ver los animalitos. Tanto a mí, como a mi vecinita nos encantan los animales, así que de seguro la íbamos aprovechar. Ni bien llegamos, yo estaba como loco por ir a ver las caballerizas y la pista principal de equitación.

Pasamos con mi vecinita a través de las diferentes exposiciones de animales. Había unas ovejas inmensas, diferentes tipos de vacas, aves, conejos y algunos otros animales nuevos para mí. Estábamos felizotes, sentíamos que realmente estábamos disfrutando de un día de campo, como si estuviéramos en alguna finca. Era un día muy lindo y soleado, definitivamente estaba como para aprovechar el tiempo al aire libre. Cuando caminamos hacia la pista principal, el paso estaba cerrado y nos desviaron por otro lado. –Che, vayan mejor por allá, están por salir unos caballos- nos dijo uno de los encargados de la caballeriza. Yo me moría de emoción, íbamos a poder presenciar una exhibición cheveraza de caballos en el patio principal. -Creo que llegamos justo a la mejor parte de la tarde, le dije a mi vecinita- Pero no tenía idea, lo que realmente estaba por pasar.

Mientras cruzábamos hacia la pista central, le contaba a mi vecinita, que una de mis compañeras del trabajo hace equitación. –La man es realmente a lo bestia, porque hace salto en caballo desde hace muchos años- le mencioné a mi vecinita. Cuando pudimos ver finalmente la pista principal, vi algo que me emocionó mucho, estaba lleno de obstáculos, no podía creer que finalmente iba a poder ver en vivo una competencia de salto. Los altoparlantes del lugar empezaron a hacerse notar. Estaban nombrando uno por uno a los competidores del certamen. Justo cuando pasamos frente a la parte central de la pista, escuche un nombre que se me hizo muy conocido. –Esa es mi compañera del trabajo que te estaba contando- le dije a mi vecinita. No podía creer que iba a ver una competencia de salto y justo iba a competir una persona que yo conocía. Nos dispusimos a buscar unos chéveres puestos antes de empiece la actividad.

La competencia de salto estuvo increíble. Era unos animales impresionantes y los jinetes dominaban los caballos con una habilidad sorprendente. Mi amiga se lució, montó el caballo súper bien, saltó todos los obstáculos a la perfección y ganó el primer puesto para su categoría. Disfruté muchísimo de aquella tarde en la rural. Por un momento cerré los ojos y me imaginé que estaba caminando por una hacienda y sintiendo el olor de la naturaleza. Estaba tan contento aquel día y solo quería que la exhibición de equitación durara aun más. No quería abrir los ojos y volver al mundo de cemento. No quería darme cuenta que estaba de vuelta en la ciudad. De pronto, se acercó un pana a ofrecernos una promoción de queso, salami, pan casero y vino patero, que no podíamos dejar pasar. No podía creer que hasta los famosos vendedores ambulantes estaba también presentes. Definitivamente teníamos que llevarnos una memoria de ese gran día. No sabíamos que mierda, era el vino patero. Pero cuando nos acercamos a preguntar, estábamos convencidos que iba a ser un muy buen recuerdo del lugar.