domingo, 29 de mayo de 2011

cOmO viAjaR en un cHetO-bUs!!

El otro día me puse a pensar que ir en bus hacia el trabajo puede resultar bastante cómodo. Tienes la posibilidad de programar el tiempo en que te toma ir al trabajo y muchas veces resulta más rápido que ir en auto. Uno nunca se pone a pensar el tiempo que puede perder en buscar un estacionamiento y parquear tu auto. Otra ventaja de ir en autobús al trabajo, es que hay servicios de buses ejecutivos que tienen menos paradas, vas sentado y con aire acondicionado. Sin embargo el pasajero común de estos buses es un poco más selecto al tipo de servicio que usa y siente la responsabilidad de comportarse como tal. Fue ahí cuando me di cuenta que el servicio semirapido de la línea 60 puede convertirse en una experiencia fuera de lugar.



Cuando tomas todos los días el mismo bus, a la misma hora, en el mismo lugar y hacia el mismo destino, empiezas a sentir que el transporte se hace cada vez más personalizado. Sientes como si tu chofer personal te está llevando a tu destino. Es chistoso porque empiezas a reconocer que hay muchas personas que hacen exactamente la misma rutina que tu. Ves caras conocidas todos los días, mucha gente piensa lo mismo, pero casi nadie dice nada. Después de viajar luego de un tiempo en la línea 60 empiezas a darte cuenta que hay ciertas actitudes respecto al servicio prestado. Poco a poco empiezan a desenmascarase los diferentes personajes que se suben a este transporte.



No entiendo porque la gente usa gafas de sol cuando viaja en bus. Al principio pensé que quieren dormir mientras viajan, pero luego me di cuenta que se ponen las gafas antes de subir al bus, en un día nublado y que están hablando por el celular todo el tiempo que tienen las gafas puestas. Hay también otros personajes de este medio de transporte que van profundamente dormidos cuando viajan en bus, duermen como si estuviera en su cama y les importa un bledo el que pase a su alrededor. Tienen sus pies estirados, roncan muy fuerte y obviamente tienen sus gafas de sol puestas. Es curioso porque pueden estar totalmente dormidos y soportar cualquier tipo de sonido o ruido fuerte, pero el mensaje de un Blackberry chat es el único sonido que les puede regresar a la realidad.



He visto también algunos otros compañeros de la ruta que están totalmente conectados a su ipod desde que suben al bus. Lo tienen al frente durante toda la duración de su viaje y están totalmente conectados en su trip. Caminan con el ipod al frente, preguntan algo al chofer con el ipod al frente y se molestan si les preguntas algo y tienen que desatender por un momento a su ipod. Hay otro tipo de personajes que piensan que el bus es un lugar prediseñado para probar nuevos perfumes y fragancias. Se echan encima chorros de perfume y es como si se dieran una bendición superficial y curiosamente el ritual empieza a toda prisa 4 minutos antes de que se tengan que bajar. Obviamente cuando comienza la transformación olórica, el de las gafas, el del ipod, el que estaba dormido y del Blackberry chat están totalmente atentos a que perfume van a catar ese día y emite diferentes juicios críticos sobre si un aroma de su prelideccción. Hay es cuando una mueca vale más que mil palabras.



Estos personajes entran totalmente en escena al momento en que entran al autobús, mientras esperan el bus son seres comunes que tratan de pasar desapercibidos. Pero cuando están arriba de este medio de transporte sacan a la luz toda su verdadera realidad. Se les conoce como chetos, aniñados, pelucones, fresas y por nada del mundo dejan de lado su verdadero glamour. Viajar en autobús es algo muy sencillo y no entiendo porque algunas personas se dejan contaminar por el mood de aquel lugar. Hay algunas personas que pueden presentar ciertos síntomas pero es una auténtica actitud la que les hace delatar. Yo cuando me subo al 60 voy con mi ipod y mi jarrito de café… será que la gente me ve con un cheto más?