miércoles, 27 de octubre de 2010

cOmO sALiR a pAseAr cOn tU LavArrOpAs!!

El otro día me puse a pensar y me di cuenta que ya estoy viviendo casi 4 años en Buenos Aires. Muchas cosas buenas han pasado y siento que he aprendido mucho durante este tiempo. Cuando uno es responsable de su hogar, uno piensa que va a ser todo muy chévere y divertido. Pero eso también demanda mucho esfuerzo y ser organizado. Mantener una casa y todo lo que implica requiere tiempo y dedicación. Lavar la ropa es una de las tantas cosas que tengo que ocuparme por acá. No me gusta mucho hacer lavanderia que digamos, pero se que es una de las cosas básicas que tienes que hacer para subsistir.

Hice un par de números y me di cuenta de cuanto he gastado en lavandería desde que llegué a la ciudad de la furia. Pensé que ahora que ya estoy establecido por acá, era una buena idea el invertir en un lavarropas. Con todo lo que uno gasta en lavar ropa es algo que se logra pagar con el tiempo. Fuimos con mi novia a buscar un lavarropas arrechísimo de última tecnología. No se que por que en Argentina son medio extremistas con los tamaños de los lavarropas, tienen lavadoras industriales en los edificios y tienen lavarropas para hogares donde puedes meter solo cuatro trapos.

Encontramos por suerte una promoción a lo bestia y dimos con un lavarropas de doble tamaño de carga (muy chiquito todavía para mi gusto), buena calidad y a buen precio. Yo me puse contento porque poco a poco vamos saliendo de la edad de la piedra. Después de haber finalizado todo el papeleo de la compra, nos pusimos de acuerdo en como transportar el armatoste hasta casa. Es muy grande como para llevarlo en un taxi, así que hay sugerían contratar un flete.

Los del almacén me querían cobrarle el flete más caro de la vida, por apenas cinco cuadras. Les dije que no era necesario, que yo iba a buscar la forma de llevarme el lavarropas a casa. Traté de conseguir un flete más barato o un taxista con un auto grande que acolite, pero los esfuerzos eran en vano. Todo el mundo quería sacarme mucho plata por llevar la lavadora. No me di por vencido y pensé que de ley tenía que haber alguna otra forma para llevar el bodoque al hogar.

Me acordé que he visto en los almacenes que cuando transportan nueva mercadería usan unos carritos bacanes donde llevan cajotas grandotas. Se me ocurrió volver al almacén, hacerme pana de la gente de despacho y plantearles esa opción. Por suerte el señor que me atendió resultó ser full pana y me dijo que por estar a tan pocas cuadras de distancia, el mismo me acolitaba a llevar el lavarropas con el carrito. Me pareció una idea a lo bestia y en menos de cinco minutos ya estaba llevando mi lavarropas por las calles de esta ciudad.

Al principio íbamos por la vereda a paso tranquilo y conversando con el panita. A mitad del camino, el man me dijo que era más rápido ir por la calle y que también era la forma de evitar los huecos de la acera. Yo me cagaba de la risa, estaba arrastrando mi nuevo lavarropas a través de la ciudad de Buenos Aires, como si fuera el patio de mi casa. Los autos pasaban, algunos nos pitaban, otros nos daban ánimos y otros se hacían los locos, pero paraban y curioseaban como de costumbre. Me gusto la actitud del pana del almacén que me acolitó con el carrito. Supo abrir su mente y ayudarme a buscar la mejor solución. Definitivamente se dio cuenta que era innecesario pagar un flete tan caro por una distancia tan corta. Al parecer, salir a pasear con mi lavarropas por la ciudad era la mejor opción.

2 comentarios:

  1. De este tipo de cosas uno aprende... Gracias por darnos ideas que no solamente te abaratan la vida q hoy es muy cara sino que además te hacen ganar amigos y un buen rato de risas!!!

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  2. Juaaaaaaaan volvé...

    <nico

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