domingo, 21 de marzo de 2010

cOmO mE qUsiEroN vEr la cArA por un MICROONdas!!

Está bueno ponerme a pensar un rato en la practicidad que te ofrece un microondas. Te ahorra mucho tiempo y a veces te acolita en situaciones inesperadas. Cuando necesitas calentar o descongelar un alimento rapidazo, el microondas es la mejor selección. No me he dado cuenta lo acostumbrado que estoy a usar el microondas hasta cuando se me dañó. Era un fastidio tener que calentar la comida en hornito o sartén y pensar en descongelar algo de la forma tradicional me daba mucha pereza y mucha perdida de tiempo. El otro día salí a comprar una aspiradora y me puse muy contento porque estaban ese día todos los microondas en oferta, era la oportunidad que tanto estaba esperando.

Luego de ver un letrero gigante del descuento del día, me apresuré a llegar a la sección de electrodomésticos. Pensé que al tratarse de un descuento tan a lo bestia, de ley se iban a quedar sin stock con gran rapidez. Yo tenía que hacer lo imposible ese día, iba a volver con un microondas nuevo a casa. Conseguí el microondas que quería, pregunté algunas dudas que tenía y cuando estuvo todo claro, estaba dispuesto a llevármelo conmigo. Me dijeron que no podía probar el microondas en el lugar, pero que por cualquier cosa podía cambiarlo dentro de los próximos 3 días. Estaba muy ansioso por llegar a mi casa, leer todas las instrucciones y poner a funcionar mi nuevo aparato.

Cuando llegué a mi casa el microondas funcionaba bien, pero desafortunadamente la puerta estaba descuadrada y tarde o temprano se iba a dañar. Decidí empacarlo nuevamente y regresar a la tienda a cambiarlo al día siguiente. Me daba un poco de molestia ya que no me dejaron probarlo en la tienda. Revisaron el microonda y cuando se dieron cuenta de la falla de fábrica, me permitieron cambiarlo sin ningún problema. Hasta ahí todo marchaba perfectamente. Cuando me dirigí a la sección de electrodomésticos me llevé una gran sorpresa.

El microondas ya no tenía el descuento a lo bestía que yo había visto ayer, sino que tenía un descuento aún mayor. Yo no podía creer tan buena noticia y lo mejor de todo que había un mayor descuento por un microondas de un modelo superior al mío. Pensé que definitivamente era mi día de suerte. Cuando le pregunté al señor que me atendió, si me podía llevar el otro modelo a menor precio, me dijo que si lo podía a hacer, así q me fui victorioso a la caja. A la señorita que me atendió le conté todo el cuento que viví y el cambio que debía hacer. Cuando pasó el microondas por la caja me dijo que ese artículo no estaba en descuento, ahí fue cuando empezó mi malgenio.

Le dije a la señorita que el microondas está con descuento y que hay un letrero inmenso en la sección de electrodomésticos que lo puede probar. Me dirigí con otra señorita de caja a comprobar la veracidad de los hechos. Cuando llegamos a ver el resto de microondas, vimos el cartel de descuento y comprobamos que efectivamente yo estaba en lo cierto. Pero desafortunadamente necesitábamos la autorización del jefe de la sección, pero este individuo no resulto ser la persona tan amable que yo esperaba. El hizo una ardua investigación y me dijo que alguien había puesto mal el modelo en el letrero del descuento y que el microondas que tenía descuento era solo el modelo que yo había llevado el día anterior.

Yo le dije que no me parecía justo que exhiban un producto con descuento y que cuando lo llevé a la caja me digan que el descuento no existe. El tipo me explicó que había sido un error de exhibición pero no se disculpó por haberme hecho pasar un mal gusto. Yo seguí insistiendo para que me apliquen el descuento que decía en el cartel de 2 metros pero el señor indicó que yo tenía la culpa por haberme fijado mal en el letrero. Ahí fue cuando perdí la cabeza, le dije que no es mi culpa que ellos hagan un trabajo incompetente y que no es justo que el cliente pase un mal rato por su culpa. Le reclamé que lo peor de todo es que no me puede tratar así. Pedí hablar con su superior, pero como era de esperarse, no estaba disponible en la tienda. Pensé que si yo hubiera sido un argentino como el, probablemente le hubiera armado un quilombo que no se hubiera imaginado. Pero decidí cortar el asunto por lo sano, no iba a cambiar el sistema por una gran injusticia y no podía abrir la mente de un cuadrado supervisor de ventas.

Me llevé a la caja el mismo modelo de microondas que compré el día anterior, les dije que esta vez si lo iba a probar y desarmar en la tienda como yo quisiera y que no iba a salir sin que el artículo funcionase. Afortunadamente lleve un 5% adicional de descuento sobre el precio que había pagado. Cuando iba de vuelta a la caja, me di cuenta que ya tenían aspiradoras en stock. Me fui contento con una aspiradora nueva y con el descuento que había conseguido por ella. De vuelta en casa, el microondas por suerte funcionaba a la perfección y cuando empecé a armar la aspiradora me di cuenta que faltaba una pieza, no podía creer que esto iba a pasarme dos veces.

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