sábado, 22 de agosto de 2009

cOmO DeSenMAsCarAR a unA coYoTERa WannABe!!

Muchas veces me he puesto a pensar porque existen las nacionalidades. Todas las personas tenemos algo en común. Creo que lo que nos diferencia son los diferentes rasgos de identidad propia. Deberían llamarse culturalidades en lugar de nacionalidades. Cada persona muestra rasgos característicos del lugar donde creció. Pero por que a veces te hacen sentir tan diferente cuando mencionan tu nacionalidat? Esto no debería suceder, no deberías ser más o menos que alguien por venir de otro país. Todos somos personas y nos merecemos el mismo respeto por igual.

Un par de amigos míos se fueron a visitar las cataratas de Iguazú. Dicen que es un lugar alucinante. –Casi como ir a cujco- dijo mi amiga peruana. Me muero de ir a las cataratas de Iguazú. A veces te asombras de lo que la Pacha Mama es capaz de ofrecerte. Para cruzar al lado brasilero, obviamente tienes que llevar tu pasaporte, fue aquí donde pusieron en juego la nacionalidat. –Oye, me he olvidado mi residencia Argentina- le dijo mi amiga peruana al pana español. No creo que te digan nada, yo tampoco he traído mi visa. Pasaporte español o peruano, seguramente lo mismo debe ser, joder. Le avisaron a la guía de turismo de esta pequeña preocupación, ella les dijo que no había problema alguno. Creo que no hay que confiar mucho en los grandes consejos de los guías.

Cuando llegaron a migraciones argentinas, la guía regresó a buscar a mi amiga peruana. Le sacó del grupo y le dijo que no podían cruzar porque no tenía la residencia. El oficial de migraciones le informó que el procedimiento oficial es que si quieren pasar, tienen que pagar la multa correspondiente. Osea que si te has olvidado tus papeles, puedes cruzar a Brasil las veces que quieras, siempre y cuando pagues lo que te indican. Creo que el oficial de migraciones tenía un fuerte dolor de cuello, ya que no se digno ni siquiera en revisar los documentos en el computador. Mi pana español le preguntó que si para el eran las mismas condiciones migratorias. El oficial le dijo que por ser español, que vivía en argentina, la multa correspondía el triple que a mi amiga. Creo que esto fue el punto que desató la autentica furia del catalán.

-Que raro que a mi no me hayan hecho problema por tener el pasaporte español, y solo cuando pregunté por el pasaporte peruano, se dieron cuenta que yo también tenia que pagar la multa- reclamó el hermano europeo. No podía entender porque no podían fijarse que los dos tenían auténticamente los documentos en el sistema y les trataban como dos inmigrantes ilegales. Para echar más leña al fuego, la guía turística mostró la mejor amabilidad del mundo. –Oigan apuren, paguen la multa o se quedan aquí- balbuceó la guía turista. En base al mínimo conocimiento de servicio al cliente, debían ser empáticos y ayudar a su cliente a resolver la situación. Al parecer esta guía turística no se daba cuenta que estaba tratando con personas. De pronto estaba en la audición de la escuela de coyotería.

Mi amigo español les dijo que no iba a pagar ninguna multa. Que ellos tenían sus papales en regla y que ni si quiera podían fijarse en el sistema que todo estaba en orden. Le dijo incluso al oficial que ya no quería cruzar a Brasil. Sin embargo, el astuto cumplidor de la ley, le indicó que como estaban pisando territorio limítrofe, quieran o no cruzar, tenían que pagar la multa. La guía turística, no les ayudó para un carajo y seguía apurándoles para que aflojen el billete. No puedo creer la indignación que tuvieron que pasar mis amigos, en verdad les hicieron sentir como ilegales. Luego de pasar como una hora discutiendo, vino un oficial como al menos dos dedos de frente y dijo que no les costaba nada revisar los datos en el sistema. Creo que no se tardaron ni 5 minutos y tenían ya impresos los documentos migratorios argentinos. El hecho de no haber querido ayudar, agravó aun más el problema.

Pero todo fue muy raro, el primer oficial insistía en que tenían que pagar la multa a como de lugar, quien sabe en el bolsillo de quien se asentaría ese ingreso contable. Fue muy cómico porque la guía turística mala gente se puso a hablar mal de mis amigos en alemán. De repente mi amiga peruana se dio la vuelta y le respondió en español dejándole callada. La guía se quedo incrédula al saber que mi amiga por más de ser peruana, tenía todos sus documentos en regla, fue siempre educada y además hablaba perfecto el alemán. Espero que esto le sirva para tratar mejor a sus pasajeros, no vaya a ser que la próxima vez se cruce con una peruana políglota y con un español embajador honorario de la ONU en mención de derechos humanos.

2 comentarios:

  1. Que iras que una guía turística te de ese trato...con la gente de migración no puedes hacer nada pero a la guía le pagas para ser amable y ayudarte!!!!Menos mal tus amigos pudieron resolver el problema

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  2. bien ahi juanxa!!! la verdad q sí una mala e indignante experiencia y no puede ser q sólo dependiendo del "tipo" de pasaporte que tienes se defina cómo te deben de tratar...se pasan!

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