miércoles, 14 de octubre de 2009

cOmo dEscUbRi el RiNcoN ECUATORIANO!!

Hay algunos momentos en que me da muchas ganas de estar en mi país. Hay ciertas fechas que no puedes perderte. Hay ciertas emociones que quisieras vivir en carne propia. Pero sobretodo cuando hay que apoyar a tu país, quisieras hacer lo imposible por estar allá. Por más que grites con todas tus fuerzas, por más que sientas la emoción que se vive en la cancha de fútbol, no va a ser lo mismo. Siempre tienes que ser un auténtico ecuatoriano.

El otro día había un partido de fútbol de mi selección. Era un juego muy importante. Era el momento donde supuestamente ibamos a cambiar la historia. Era una fecha especial que quería estar en Ecuador. Creo uno no puede entender la pasión por el fútbol, hasta no sentirla en carne propia. Mi grupo de amigos de acá, son todos Argentinos. Los brillantes de la FIFA pusieron los partidos de fútbol a la misma hora. Muy justo para algunos, una locura para otros. Los que estábamos fuera de casa, teníamos que hacer lo imposible por ver el partido de nuestra selección.

No quería ver el juego solo en mi casa. Mi novia, que se muere de ganas por ser ecuatoriana, no podía ver el partido conmigo. Quería sentirme un poco más cerca de mi país. Me hacía falta verme rodeado de compatriotas. Decidí ir a ver el partido al restaurante ecuatoriano. De ley iba haber en un ambiente más cálido. Creo que fue la mejor decisión que pude tomar.

Cuando llegué al restaurante, el lugar estaba a full. Yo estaba muy contento, supe que el local reventaba con ecuatorianos ansiosos por ver a la tricolor. A lo que llegué a la entrada me pidieron mi reservación. Obviamente por la emoción, me olvidé de hacerla. Astutamente me hice pana del tipo de la entrada y le dije que acolite para entrar. Que no podía perderme de ver el partido de la selección. Tenía muchas ganas de estar con gente del Ecuador.

El ambiente era a lo bestia. Estaba lleno de camisetas amarillas. Cantamos el himno de pie. Gritamos, puteamos, nos emocionamos y vivimos cada instante del partido al máximo. Yo estaba felizote. Estaba sentado en el piso con una cerveza de litro, sin vaso, a pico de botella, viendo el partido de mi selección. Tenía una hinchada ecuatoriana a mi lado y me sentía muy cerca de casa. Mi cervecita helada me acolitó en los momentos de tensión. Fue lo máximo cantar barras de la selección ecuatoriana en suelo argentino. Me encontraba en un Ecuador chiquito refundido en un rincón de Buenos Aires. Me encontré incluso con un pana que no había visto hace muchos años. Fue un cague el habernos encontrado ahí de repente. Los dos teníamos algo en mente, apoyar con todo el aliento a nuestra selección.

Las cosas no salieron como queríamos. Alentamos con todas nuestras fuerzas, pero el resultado no fue lo que esperábamos. El fútbol es así. Te llevas las sorpresas más inesperadas. Pero todo lo vivido al máximo ese día, quedó para el recuerdo. Ya habrá una próxima ocasión para volver a alentar a mi país. Los ecuatorianos somos así. No nos dejamos vencer hasta el final. Hoy va a vibrar Buenos Aires nuevamente. Ahora es tiempo de dar vuelta la historia. Estamos todos esperando el milagro. Hoy la ciudad de la furia va a latir al ritmo del Si Se Puede Ecuador.

2 comentarios:

  1. Mientras tanto, al norte del sur de américa, un argentino buscaba de todas formas posibles cómo ver su partido que los clasificaría para el mundial...

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  2. El rincon Ecuatorian es super finoo!!!! como dirian alla es a lo bestia!!! jejejeje se come riquisimooo

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