martes, 30 de junio de 2009

cOmO DISFRUTE lA mEjOR COMIDA del MuNDo!!

Hay algunas veces en que me pongo a pensar todo lo que significa estar lejos de mi país. Hay ciertas cosas a las que tuve que renunciar, pero esto me permite estar más abierto a los retos y nuevas oportunidades. Ahí es cuando me doy cuenta del por que de mis acciones. Saber valorar todo lo nuevo que puedo aprender, conocerme más y creer en mi mismo. Siempre me he sentido adaptable a un nuevo lugar y su gente. Pero cuando me detengo a pensar todo esto, me pongo muy contento. Tengo muy claro quien soy, de donde vengo y todo lo que valoro, para convertirme en el hombre que soy. Un ecuatoriano muy consiente de su esencia y de su identidad cultural.

Cuando estoy caminando por Buenos Aires me doy cuenta que es una ciudad muy diferente a la mía. No tiene las montañas ni la herencia colonial de Quito. Pero Buenos Aire me ofrece un aire diferente. Si miras con atención te puedas dar cuenta de muchas cosas. Hay unos peatones más creativos que otros. Creo que mucho de ellos se sienten uno más entre la masa. Pero yo me siento diferente, voy tranquilo, viviendo el día a día y aprovechando todo lo que esta ciudad cosmopolita me puede ofrecer. En Buenos Aires acontecen muchas cosas, no entiendes como pasan muchas de ellas, pero sin embargo suceden. Es importante estar consciente y saber reaccionar a tiempo.

Siento que me he adaptado con mucha facilidad a la comida argentina. Creo que soy el fanático número 46’000.001 de los famosos asados. Hay algunas costumbres argentinas que no me cierran del todo. ¿Por que cuando pides una milanesa con puré, te ponen la mitad de la vaca en el plato? ¿Por qué consideran a las empanadas como una fuente nutritiva de alimento diario? ¿Por que no disfrutan tanto del arroz blanco, con todas las comidas, en todas las combinaciones posibles como en el Ecuador? Creo va a ser muy difícil encontrar una respuesta. Por eso es mejor disfrutar la comida y no ponerle "peros", ni compararla con otros tipos de costumbres.

He recorrido mucho Buenos Aires. Creo que conozco lugares que no pensé que existían. Pero en todo el tiempo que he vivido en la ciudad de la furia, nunca me pude topar con un restaurante de comida ecuatoriana. No podía creer que una ciudad tan grande, donde viven personas de tantas nacionalidades, no pueda brindarme una oferta gastronómica de mi país. Si hay tantos ecuatorianos en Argentina, ¿por que no puedo encontrar ni un solo restaurante que ofrezca la comida que tanto me gusta? Ahí fue cuando me di cuenta, que debía recurrir a técnicas alternativas para encontrar lo que estaba buscando.

Me puse a reflexionar sobre la idiosincrasia de mi gente. En Ecuador se mueven mucho los rumores, los consejos de tus conocidos y la famosa publicidad de boca en boca. Talvez otros ecuatorianos que viven en Buenos Aires, me podrían decir donde está escondido este paraíso gastronómico. Pero muchos de mis amigos y yo, terminamos la universidad hace un par de años y estamos desconectados de los círculos de estudiantes. -Debe haber alguna otra forma de averiguar algo- pensé dentro de mí. A veces te llegas a sorprender de lo distraídas que pueden ser las personas. Tengo un amigo gringo buenaza gente que habla super bien el español. Nunca me imaginé que el iba a ser la fuente casi precisa de la información.

Un día me contó que tenía muchos amigos ecuatorianos en su maestría. Entre mi estaba cagado de la risa, me ponía muy contento que un gringo tenga acento ecuatoriano cuando habla en español. Me contó felizote que comió una de las comidas más ricas que ha probado. -Este gringo es a lo bestia- pensé mientras se me iluminaban los ojos. Me paso la dirección que yo tanto estaba buscando, "Ecuador 787". Las próximas fechas importantes en mi cabeza me dieron una gran idea. Que mejor que almorzar comida ecuatoriana en Buenos Aires el día de mi cumpleaños, lo mejor que me podía pasar.

El día de mi cumpleaños me levanté muy contento. Sabía que iba a ser un grandioso día y ya estaba disfrutando de tan rico manjar. -En el almuerzo de hoy me voy a comer toditito- le dije a mi vecinita mientras nos disponíamos a salir. Ella notaba mi cara de felicidad y estaba muy entusiasmada por degustar la comida de mi patria. Cuando revise la dirección me cagué de la risa, no podía creer que me dirigía a un restaurante ecuatoriano localizado en la calle Ecuador. Todo apuntaba a que iba a ser un día perfecto, pero cuando llegamos a la dirección prevista, solo vimos una casa vieja con las puertas cerradas.

Yo esperaba ver letreros con fotos que se me hicieran conocidas, un menú de comida típica en la entrada o una mansita que me diga “pase pase vea”. Pregunté al dueño de la ferretería de enfrente y me dijo que golpee fuerte, que ahí si funciona un restaurante. A mi vecinita y a mi nos parecía tan raro, no había ninguna indicación de que ahí ofrecían comida. Al no tener respuesta, me acerqué a preguntarle al pana de la verdulería. -Tenes que forzar la puerta para poder entrar, a veces se traba viste- me dijo el chico. Empecé a empujar la puerta con fuerza, pero no se movía ni un poquito, peor abrirse, entre mí pensaba donde diablos me estoy metiendo.

Luego de varios intentos por entrar al lugar, me desistí del plan para ese día. Me parecía muy raro, es un lugar que toda la gente del barrio conoce, pero parece cualquier cosa menos restaurante. ¿Estaba inrrumpiendo en un negocio clandestino? ¿Será que solo ofrecen comida los fines de semana? De pronto es una familia del Ecuador que cocina comida típica y no quieren que un loco tumbe la puerta, por entrar a comer. No podía dejarme vencer, el domingo de ley tienen que abrir. Así que decidí calmarme y almorzar un asado de contención. Era el día de mi cumpleaños, tenía que pasar cheverazo, ya habrá otro día para regresar.

Esperaba muy ansioso el día domingo. No sabía que me iba a encontrar si la puerta se abría. Me despertaba mucha curiosidad saber que pasaba en aquella dirección. Ese día no había ruido alguno y permanecía la misma casa antigua. Pero cuando empujé la puerta esta vez, se abrió de par en par. La gente me miraba con cara de “a este loco que le pasa”. Tenía tanta emoción que parecía que había perdido algo y que lo había vuelto a encontrar. Me senté en la mesa y pedí un plato de patacones con una cerveza bien fría. Nada mejor para relajar los ánimos. A mi vecinita le encantó la comida ecuatoriana, solo que se quedó muy llena. Creo que no le advertí que además de que le ponemos arroz a todo, siempre es una porción gigante.

Me acerqué a la barra a saludar al dueño. Le conté que era ecuatoriano y que estaba muy contento de haber encontrado finalmente el lugar. Le pregunté por que diablos no pone un letrero grande en la entrada y por que genera tanto misterio para dar con el local. Me dijo que está terminando de remodelar el restaurante, que no hace falta llamar la atención desde afuera. El negocio se mueve y se llena por ecuatorianos que se enteran y pasan la voz. Me contó que le daba mucho gusto que yo haya llegado y que podía sentirme como en casa.


No quería indagar mucho sobre la historia del lugar, yo todavía desconfiaba del misterio que tuve que resolver para comer mi plato de arroz con corvina, menestra y patacones. Que rico que estuvo, me hacía mucha falta comer la comida tricolor. Por un momento cerré los ojos, me imaginé que estaba almorzando en un restaurante en Ecuador, pero las ganas de tomarme unos mates, me hicieron reaccionar y disfrutar la magia del momento. Estaba comiendo la mejor comida del mundo en Argentina, era algo que siempre quise hacer y es una sensación que definitivamente quiero que vuelva a suceder.

8 comentarios:

  1. Juaniii!! Que bueno que lo lograste!..poco a poco vas a conocer todo el menú del local.

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  2. GRCS POR EL DATO IRE CON MI FLIA POLITICA QUE ES ARGENTINA Y ME MUERO DE GANAS PARA QUE CONOZCAN

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  3. Hola, sabes que tengo un amigo ecuatoriano, y me encantaria sorprenderlo llevandolo a comer al lugar que mencionas. Seguira abierto? Ecuador 787, capital federal no?? Gracias por la informacion, Beso Mariela msoric_6@hotmail.com

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  4. gracias por la informacion , soy ecuatoriana tengo dos meses recien viviendo en Capital y me muero por comer mi comida , voy a llevar a mi esposo que es argentino ... gracias chicosssssss

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  5. uuuuyyysoy ecuatoriana llevo 9 meses en buenos aires tengo una nena argentina .........me muero de ganas de de ir a ese restaurante sera ke todavia esta ?????

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  6. Disculpe aún está el restaurante en la dirección Ecuador 787.????????.. . gracias si me ayudan con esto

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  7. Disculpe aún está el restaurante en la dirección Ecuador 787.????????.. . gracias si me ayudan con esto

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  8. Disculpe aún está el restaurante en la dirección Ecuador 787.????????.. . gracias si me ayudan con esto

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